Tierradentro en pocas palabras

Situado en el corazón de los Andes, a 6 horas de Popayán, Tierradentro es un lugar sagrado donde viven los descendientes de los indígenas Paeces. Esta región se encuentra a 1.700 metros de altitud y comprende el municipio de San Andrés de Pisimbalá. Visitar este territorio es una oportunidad única para entrar en contacto con el misterioso pasado de este pueblo ancestral. En honor a sus dioses y a sus muertos, los paeces elaboraron profundas y complejas tumbas decoradas con figuras geométricas pintadas en blanco, rojo y negro.

El parque arqueológico de Tierradentro, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, cuenta también con un excelente museo etnográfico sobre la cultura indígena de la región. Es el segundo sitio arqueológico más importante de Colombia. Al igual que San Agustín, famoso por sus estatuas, Tierradentro es famoso por sus tumbas subterráneas; los arqueólogos han descubierto más de un centenar de templos funerarios. La visita a Tierradentro es una experiencia incomparable e inolvidable en Colombia.

Los mayores enterramientos subterráneos (o hipogeos) están tallados en su mayoría en toba (un tipo de ceniza volcánica endurecida). Se calcula que se tardó más de un año en construirlos. A veces están decorados con diseños de pájaros, animales o geométricos. Su tamaño depende de las características y formas del terreno en el que se construyeron.

La organización social de los habitantes de Tierradentro es bastante similar a la de San Agustín, entre otras cosas, en los ámbitos de la agricultura y los cultos religiosos y funerarios.

Historia de Tierradentro

El nombre de «Tierradentro» tiene su origen en la época de los conquistadores, que bautizaron esta región por su topografía formada por numerosos nudos montañosos y profundos cañones, que dan la impresión de estar encerrados en las montañas.

Los nativos paeces (también llamados nasa) ocupaban esta región mucho antes de la llegada de los españoles. Los conquistadores tuvieron grandes dificultades para penetrar en esta región montañosa, donde los nativos opusieron gran resistencia. Hoy en día, este pueblo sigue ocupando esta región. Cultivan plátanos, café, naranjas y mandioca gracias a las fértiles tierras de la región.

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