Leticia en pocas palabras

La selva amazónica es una de las reservas más importantes de biodiversidad de insectos, animales y plantas del planeta y representa más de la mitad de los bosques tropicales del mundo. Desde el punto de vista ecológico, se trata de un bosque primario en fase de clímax. El departamento de la Amazonía se extiende sobre 109.665 km2 lo que equivale al 9,6% del territorio nacional y al 27,2% de la Amazonía colombiana. El río Amazonas (6400 km de longitud) atraviesa Colombia a lo largo de 117 km.

La vida se ve salpicada por las crecidas de este gigantesco río que, en la estación seca, se extiende por una anchura de 4 km, para inundar la selva a lo largo de kilómetros durante la estación de las lluvias, cuando el nivel del agua sube 15 m. Dos largos ríos, el Caquetá (2.200 km) y el Putumayo (1.900 km), también atraviesan el Amazonas colombiano.

Leticia Amazonas Colombia © Tristan Quevilly

Historia de Leticia

La selva amazónica fue recorrida desde el siglo XVI por los conquistadores en busca de los tesoros de los pueblos precolombinos. Muchos de ellos murieron allí. Luego, el bosque fue explotado por su caucho. En 1867 se fundó la ciudad de Leticia. Este fue el comienzo de la explotación del ecosistema amazónico que posteriormente diezmaría a la población indígena.

El Amazonas es compartido por Perú, Brasil y Colombia, y se le llama el corazón trifronterizo del Amazonas. Colombia tuvo que luchar para defender sus fronteras en esta región y sólo pudo asegurarlas en 1922. Hoy en día, el bosque sigue siendo explotado por su preciosa madera y su caucho.

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